La educación es uno de los pilares más importantes en el avance y progreso de la sociedad y de las personas. Además de surtirnos de conocimientos, la educación nos enriquece y contribuye a generar espíritu crítico y constructivo a lo largo de nuestra vida; nos proporciona pautas de desarrollo en sociedad y garantiza el futuro de la comunidad en la que vivimos.
La educación no solo es necesaria, sino fundamental para conocer y poder construir un futuro cargado de proyectos personales y sociales que hagan de nuestro entorno una pieza clave en el desarrollo humano y social dentro de un mundo global en el que todos, hombres, mujeres, niños y niñas seamos actores directos y participativos.
La educación contribuye directamente a romper desigualdades y crear el campo de cultivo para un mundo más equitativo con mejores oportunidades para nuestros jóvenes .
La educación nos ayuda a acceder a mejores empleos, a mejorar las condiciones culturales y sociales de la ciudadanía fortaleciendo los lazos de grupo, de sociedad que trabaja en la misma dirección para conseguir objetivos comunes.
La educación nos ayuda a respetar y defender nuestra identidad, nuestro entorno natural y nuestra sociedad en general.
La educación nos enseña a ser tolerantes, integradores y respetuosos.